¿Cuando te pusiste tus metas, tus sueños, lo escogiste porque eran fáciles de alcanzar o porque te enriquecían como ser humano?
Definitivamente ir en bici no es fácil, cada cada mañana debes alistarte para salir en ella significa, vestirte fresco, revisar las llantas, las luces, ponerte el casco y el maletín, y por supuesto pedalear. Pienso que así es con cualquier vehículo (excepto lo de pedalear), pero también pienso que no tendría porque ser diferente con la bicicleta, para todo hay que tener una preparación.
No es fácil ir por la ciudad en bici, muchas personas creyeron que el futuro iba ser el automóvil, y en consecuencia las ciudades se transformaron en ese sentido y el resultado es que hoy tenemos ciudades pensadas para los carros. Pero que sea difícil no quiere decir que sea imposible, claro que se pueden compartir las vías y a pesar de que hoy hay poca tolerancia entre los diferentes actores, la tarea de quienes creemos en la movilidad en bici es llevar paz a las vías.
No es fácil llegar sudado a los destinos, y si, se suda, el cuerpo activa todos sus sistemas para responder al reto, definitivamente debes ir preparado para llegar 20 o 15 minutos antes y entrar a un baño para asearte, secarte y si es el caso cambiar tu ropa. Pero definitivamente es posible asistir a una reunión a tiempo y bien presentado, de hecho a mi me ha servido para ser más responsable con mi agenda, ya pienso en los tiempos de movilidad y el ritual que debo tener. Para quienes usan carros particulares o van en transporte público esta planeación tiene factores diferente, pero la clave es aprender a tener en cuenta todos esos detalles.
No es fácil cuando los lugares no son cercanos. No estamos atados a nuestra bicicleta y hay ocasiones en que debemos tomar otros medios de transporte, uno podría soñar en que esos otros medios nos faciliten llevar nuestra bici de 'ida', porque por lo regular en los regresos no tenemos la presión del tiempo y podemos tomárnoslo con más calma. Pero mientras eso sucede definitivamente debemos aprender a disfrutar el viaje, armarnos de un buen podcast en el transporte público o usar algo del dinero que ahorramos en movilidad para invertirlo en un cómodo UBER, Cabify o Taxi.
No es fácil y tampoco es barato, si bien la bici es más económico que cualquier otro medio de transporte, si quieres hacerla parte de tu vida debes invertir en una buena bicicleta, que aguante a dureza de la ciudad, amortigüe los huecos y tenga cambios para que esas subidas inesperadas no nos dejen con la lengua afuera, y por supuesto sacar cada dos meses para un mantenimiento y limpieza por un profesional, pero definitivamente es una inversión agradecida cuando experimentas el placer de moverte más libremente entre las calles.
Cuando tomo decisiones no lo hago por su grado de dificultad sino por el impacto que tendrán en mi vida y la de mi entorno, es así que cuando se te pase por la cabeza si deberías subirte a una bici para ir a tu estudio, trabajo o vueltas, no te detengas en si 'es fácil' o no, sino en por qué haces lo que haces y si todo ese esfuerzo te dejará satisfecho contigo mismo.
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