Somos bien drásticos cuando juzgamos las creencias de los demás, sobre todo porque nos aferramos a las equivocaciones de sus feligreses más que en los fundamentos que tienen sus diferentes libros sagrados, y si bien todos ellos tienen una cantidad de textos que hoy no aplican o que si se descontextualizan son aberrantes, pues la mayoría de sus escritos traen grandes reflexiones para aplicar en nuestra vida.
Ahora, antes de señalar a una religión como retrograda, violenta, sexista y todos los apelativos imaginables haga el ejercicio con nuestro contexto; somos una sociedad de paz y convivencia? celebramos las diferencias y sabemos convivir? damos más importancia a las personas que a sus posesiones? somos solidarios con quienes nos rodean? el perdón ocupa un lugar importante en nuestro corazón? entonces, que pensarían otras religiones de nosotros?
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